7 piezas que ya casi no uso

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La moda cambia. Las tendencias también. Pero lo más que puede cambiar y evolucionar con el tiempo, son los gustos y el estilo de cada quien. Paralelos a nuestro cambio constante como seres humanos, están los cambios en nuestras tendencias a la hora de vestir. Así mismo, mi estilo ha ido cambiando bastante en los últimos años (mucho más drásticamente en los últimos 2 años) y he estado sustituyendo algunas cosas en mi closet. Quisiera aclarar: para nada estoy sugiriendo que las piezas a continuación no deben usarse por nadie, o que yo nunca las utilizo. La mayoría, si no todas, de estas piezas siguen en mi closet al día de hoy y puede ser que en algunos años vuelvan a ser claves en mis outfits. Pero por ahora, estas son 7 cosas que yo ya casi no uso:

Los skinny jeans vinieron a nuestros closets hace más de una década y todavía muchos los tenemos ahí. La verdad es que hace 10 años, quizás hace 5 años, la única silueta de jeans que había en mi closet era el “skinny”. Sin embargo, hace unos años comenzaron a popularizarse varios otros estilos como el “mom jean”, el “boyfriend jean”, el “straight leg jean”, el “flare jean”, etc. Y les soy sincera, yo amo estos nuevos estilos mucho más que el “skinny jean”. Para empezar, son mucho mucho más cómodos y en este momento de mi vida (a lo mejor porque estoy entrando a mis treinta), busco comodidad. Además de la comodidad, sinceramente los encuentro un poco más chic. El “mom jean” en sí, tiene tanta personalidad, que pienso que puede ser el “statement” de tu atuendo, lo cual un simple “skinny jean” no lograría, en mi opinión. Así que por ahora, llené mi closet de “mom jeans” y me quedé con dos pares de “skinny jeans” por aquello de que me dé con volver a ellos.

Creo que este post es más bien una oda a la comodidad. Los tacones súper altos han estado con nosotros desde hace muchísimo tiempo. Christian Louboutin se aseguró de popularizar el “high pump heel” de manera que muchas marcas de “high street fashion”, o moda de nuestro día a día, imitaran el estilo. Pero, al igual que pasó con el “skinny jean”, la moda dio un giro hacia la comodidad que popularizó el “low heel” o tacón bajo. ¡Qué felicidad! Desde ese momento mi closet se ha colmado de tacones de 2 (quizás 2.5) pulgadas de alto. En mi caso, son perfectos para el trabajo ya que mantienen la silueta y sofisticación de un tacón, sin perder la comodidad de un tacón bajo que me permite utilizarlo por largas horas corridas. En muchas ocasiones, los tacones de 2 pulgadas tienen el beneficio añadido de que es un taco fornido (chunky) que lo hace aún más cómodo. Adiós a las curitas en los talones y ¡hola tacones sin sufrimiento!

Creo que éste no les sorprende. Los pantalones/faldas a la cintura son mi look característico. Aunque ya existían, Britney Spears hizo bien, bien populares de nuevo los pantalones a la cadera en los años 2000. Todas los usamos, muchas todavía los usan. Yo sinceramente pienso que la silueta “low-rise” no es la más halagüeña (aprendí esta palabra escribiendo este post; significa “flattering” en inglés). Sin embargo el estilo a la cintura (“high-rise”) abraza la silueta del cuerpo de una manera que considero favorece mucho más. Siempre he dicho que el estilo a la cintura también te hace ver más chic y refinada y puede tener un impacto esencial en tu look (hablo más de esto en el post 5 tips para elevar tu outfit).

Desde hace un tiempo siento que escuchamos o vemos la palabra “oversized” en todos lados: “oversized jacket”, “oversized jeans”, “oversized shirt”, etc. Y yo escuché. Hace un tiempo que si algo me queda ajustadito, usualmente no lo quiero o no lo uso ya. Claro, hay excepciones a esto (como por ejemplo los “bodysuits”). Pero al igual que ya no uso el “skinny jean” ceñido al cuerpo, de igual manera casi no uso piezas ceñidas en general. Opto por un look un poco más relajado y cómodo. Usualmente pongo mi energía en lograr un look de no me esmeré tanto vistiéndome pero sigo viéndome chic, el cual es más fácil de lograr con piezas que son más relajadas y no tan rígidas y ceñidas a la piel.

Por favor, no me maten. Ésta tiene muchas y grandes excepciones. No quiero que piensen que voy a la playa con tacos y cocino en mocasines. Pero, en general, ya casi no uso sandalias bajitas. La verdad es que de repente llegó la tendencia que cambió mi vida (estoy exagerando un poquitito nada más): los tenis. Qué feliz me ha puesto esta tendencia. Y déjenme decirles, se me hizo bien difícil acogerla. Yo nunca en mi vida había tenido tenis que no fueran de correr hasta hace poco (de nuevo, exagerando un poco; puede que haya tenido algunos). Pero ahora, he sustituido mis sandalias bajitas de gran manera por unos simples tenis blancos y ¡me encantan! De la misma manera, mi closet está lleno de mocasines. Otra tendencia que me hizo demasiado feliz porque ¡wow! Cuánto amo mis mocasines y zapatos planos cerrados (los que me siguen en los “stories” de Instagram me han visto con los mocasines negros de Target parecidos a los de Gucci como unas novecientas veces). Tengo zapatos planos cerrados en muchos colores, baratos, un poco menos baratos, en colores sólidos, con estampados, etc. Y no quiero sonar como una viejita de nuevo pero para mí, son muchas veces más cómodos que las sandalias y elevan más un outfit (lo hacen menos casual a diferencia de la sandalia). Por esta razón, la realidad es que bien pocas veces utilizo sandalias.

En éste también hay grandes excepciones. Yo tengo un montón de “statement necklaces” y me encantan. En el 2014 – 2015 probablemente usaba uno diario. Sin embargo en los últimos años, he disminuido bastante su uso, sustituyéndolos por cadenas color oro, más delicadas y neutrales. Esta tendencia realmente pienso que es bien conveniente, más aún para quienes trabajamos en un trabajo de oficina y tenemos que vestirnos rápido en las mañanas. Digo esto porque, ahora mismo, yo tengo una pequeña colección de cadenas y pulseras de colores neutrales, mayormente color oro, que me es muchísimo más fácil para combinar. De esta manera, no pierdo tiempo pensando si ese color del collar va con mi outfit, o si se ve bien sobre el collar de la camisa, o si es “too much” con lo que elegí. Simplemente intercalo las dos o tres cadenas simples que van con básicamente todo y no me rompo mucho la cabeza en ese sentido, pues es una cosa menos que elegir por las mañanas. Sí hay excepciones en que me pongo un atuendo que entiendo necesita un “statement necklace”; pero son la minoría de veces.

Yo diría que los últimos tres años han sido clave en el desarrollo de mi estilo personal. Poco a poco he ido encontrando aquellas cosas que definen mi manera de vestir. Una de las cosas que desarrollé fueron las combinaciones de colores que me gustan para vestir. Algo que ya no suelo usar son combinaciones de colores que están en el lado opuesto del espectro. Me explico, si vemos la rueda de colores (mostrada en la imagen a la derecha, abajo) yo ya no usaría quizás una camisa azul y una falda anaranjada o una pieza roja combinada con una verde. Últimamente opto más por hacer combinaciones de colores que están en la misma familia o que están cerca uno al otro en el espectro. Dos ejemplos de esto están mostrados en la rueda a la izquierda, abajo: combinaría los rojos con anaranjados o con rosas y los verdes con azules, etc.
A parte de las combinaciones de la misma familia, estoy optando más por looks monocromáticos o de colores neutrales. En cuanto a colores neutrales se refiere, suelo combinar cuales quiera, ya que los considero a todos como una misma familia. Claro, también hay grandes excepciones a mi regla de colores; como por ejemplo, cuando hay un patrón o estampado que de por sí ya contiene colores opuestos, o cuando siento que necesito el famoso “pop of color” en mi outfit. Pero por lo general, me gusta vestir con neutrales, con looks monocromáticos, o con colores que estén cerca el uno al otro en el espectro.

Recuerden: cada persona tiene un estilo personal y debemos de celebrar el de cada quien. Las cositas que mencioné aquí, son exclusivas a mi estilo. Las compartí con ustedes para revelarles un poquito de lo que me define a mí en estos momentos en cuanto a la moda se refiere y para que comprendan mejor mis decisiones a la hora de vestirme.

¡Espero que les hayan gustado!
con amor, Estefanía