Tú que te adelantabas a cualquier posible tristeza y la apagabas antes de que llegara a mí.
Tú que despertaste mi imaginación, mi invención, mi originalidad, inventando historias para que yo pudiera dormir. Y yo, que en vez de quedarme dormida, me emocionaba por querer saber qué más podía pasar en tu historia inventada.
Tú que me llenaste la vida de libros y me regalaste el amor por la literatura.
Tú que me ahorraste la necesidad de tener amigos imaginarios, siendo tú, esa amiga que pretendía ser mi estudiante cuando soñaba a ser maestra, mi paciente cuando soñaba a ser doctora, mi público cuando soñaba a ser artista.
Tú que te encargaste de sembrar fe, magia, y esperanza en mi corazón.
Tú que me pintaste la vida color rosa, colocaste estrellas en mi cielo, y lograste de mi mundo, un cuento de hadas.
Déjame ser ahora, quien fuiste tú para mí.
Déjame apagar tus tristezas antes de que lleguen a ti. Déjame inventar historias que alegren tu corazón. Déjame ser tu amiga que juega a soñar contigo.
Déjame pintar tu vida de mil colores, colocar estrellas en tu cielo, devolverle la magia, la fe y la esperanza a tu corazón.
Déjame regalarte las palabras que tú escribiste en mi alma.
Quiero ser, mami, lo que siempre has sido para mí.
Aquí estoy, y aquí estaré, por siempre junto a ti.
4 comments
Que la vida te permita cumplir tus sueños junto a ese ser maravilloso que llamas mami.
¡Muchas gracias!
Dios bendiga tu talento. Palabras que conmueven…, me llenan el alma de emoción.
¡Amén! Qué bonito leer eso. ¡Gracias!