Multicolor

Mi pareja no es mi media naranja. Nunca me ha gustado esa expresión. Siempre me he preguntado que porqué yo tenía que ser una “mitad” hasta que llegara el momento en que encontrara al amor de mi vida. Siempre he pensado: mi naranja está completa. Yo estoy completa. Y luché por eso. Por estar completa por mí misma.

Claro, no hay que subestimar al amor. El amor dulcifica, mejora, colorea, eleva. Pero es mi opinión que el amor no completa. Yo estaba completa antes de encontrar al amor de mi vida. Y quizás, es eso mismo lo que necesitaba para estar en donde estoy. No buscar una mitad, sino completarme yo misma, antes de unir mi alma con otra.

Yo estaba completa. ¿Y ahora? Ahora tengo brillo en mis pupilas, un estante para mi corazón y un arco iris en mis días que me recuerda que cuando la naranja se pone agria, tengo magia para endulzar.

Aquí les van las estrofas que he llamado Multicolor:

Mira cuán dulce la vida,
mira cuán mágico tu amor;
que lo que ya parecía ser perfecto
ha llegado a ser mejor.

Que mi naranja no estaba a medias
pero sí ha ganado sabor,
que aunque mi vida ya era color rosa
ahora es multicolor.