19 barrios y un museo

Ponce es Ponce. ¿Verdad? Les cuento de este divertido día que pasé junto a mi amado en la cuidad de los leones (su pueblo natal).

Comenzamos almorzando en 19 barrios: una pizzería con un ambiente súper chévere y un excelente servicio. Pedimos la pizza más original y boricua que he probado. Una mitad tenía los ingredientes de nuestra tan conocida “tripleta“: varias carnes, las que llamamos “papitas de hot dog” y nuestro querido “mayo-ketchup”. Se oye extraño, lo sé. Pero ¡wow! ¡Qué delicia! Para irnos a la segura pedimos la otra mitad de la pizza de chorizo. Y ¿saben qué? Igual de rica. Era la personificación de los sabores que uno imagina cuando tiene antojo de pizza.

Para seguir nuestro pasadía, fuimos al gran Museo de Arte de Ponce (yo nunca había ido). Yo voy a sitios como estos y pienso: ¡Puerto Rico tiene tanta cultura y tantos rincones bellos! Para empezar, la estructura del edificio como tal, te lleva el aliento. Muy pocas estructuras tienen elementos que se hacen resaltar ante cualquier ojo. La colección permanente del museo consiste en 4,500 obras de arte que abarcan 30 siglos (desde el 900 a.C. hasta el presente) y provienen de Europa, América, y África. Luis A. Ferré estableció una fundación que lleva su nombre y adquirió su primer grupo de pinturas europeas para el futuro museo en Ponce que abrió sus puertas en 1959.

Disfrutamos del arte encerrado en este hermoso establecimiento, caminamos por los jardines que lo rodean y mi prometido muy emocionado me enseñó la famosa pintura Flaming June por Sir Frederic, Lord Leighton, que se encuentra en el Museo de Arte de Ponce (mostrada abajo).

Terminamos nuestro hermoso día con una de nuestras actividades preferidas: tomando café en el Friends Café que conecta con el MAP. ¡Delicioso! Les digo, yo amo a mi Puerto Rico, y todo lo que tiene para ofrecer. Ponce es Ponce, porque Ponce es Puerto Rico.

PD: Quisiera exhortar a mis compatriotas a explorar nuestra hermosa isla, a comer local, a consumir café del país, a visitar sus Museos, a caminar por sus plazas, a bañarse en sus playas y ríos; y a los que me leen desde fuera de la isla, a que vengan a experimentar la isla del encanto. Puerto Rico no es solo playas; es cultura, es comida deliciosa, es aventura, es arte, es música, es encanto.